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martes, 6 de agosto de 2013

Psicología de escritorio: Las redes sociales






Por cuestiones laborales me encuentro gran parte del día en redes sociales*, y como padezco de la grave enfermedad del Complejo de Sherlock es inevitable empezar a analizar las publicaciones de mis contactos, y es que cuando empiezan a surgir patrones visibles (algunos ridículamente visibles), no hacerlo es un crimen para el avance de la psicología de escritorio practicada por millones de personas día a día.

            De todo aquello que he visto (una pequeña punzada ataca mi cráneo por recordar algunas cosas horribles) en redes sociales, hay dos fenómenos que me han llamado la atención de sobremanera, en primer lugar está el fenómeno al que bautizaré como “todos queremos ser diferentes” y en segundo lugar el fenómeno de “que pena por el rinoceronte negro”.  Obviamente existen mucho más, el hater a mi me llama mucho la atención, pero por lo mismo creo que se merece una entrada completa, por lo cual lo dejaremos para el futuro.

Todos queremos ser diferentes

Este fenómeno es de fácil identificación, pero para poder hablar de él hay que hacer algunas aclaraciones que nos hagan más fácil su digestión.

            El ser humano se quiere, se ama, se idolatra, se desea, y por lo mismo se olvida de que en primera instancia es un animal, le pueden poner el apellido que quieran (social, político, polígamo etc.) pero de que somos animales, lo somos, como dirían las hermanas Bolocco, somos animales, pero animales animales.

            Al ser animal, se rige por las mismas leyes que se rigen los animales, una de ellas es el querer dejar descendencia, lo que en la humanidad se traduce como sexo sin límites, cabalgata, el vuelo del cóndor andino, la cabra en el risco, la tortuga albina, el tigre visco, la mirada del ciclista, el avispón daltónico, el gato cojo, etc., es obvio que nosotros lo hacemos más por placer que por la descendencia real, pero tenemos el instinto perdurar en el tiempo en otro ser humano. Es por esto que primero debemos encontrar pareja, y para encontrar pareja debemos competir con nuestra especie, debemos mostrar nuestras plumas cual pavo real para que la galucha no pueda ver cuan anchos somos, en este punto las redes sociales han ayudado de mucho, ya que sirven de vitrina, es una especie de eBay (puede ser mercadolibre para los profanos), en donde podemos entrar a los perfiles y  mirar el producto, sus características, sus pros sus contras, podemos ver fotos, y hasta podemos ver los comentarios de otros usuarios. Nosotros estamos conscientes de aquellos, y es por lo mismo que mostramos lo más posible aquello que queremos que se vea.

            Como aquellos que tienen negocio lo pueden saber, uno coloca en la vitrina siempre aquello que quiere que sea más visto, es por ello que uno publica siempre cosas que muestren algo de uno. Es por eso que no es extraño encontrar en facebook como la gente pone canciones de amor, citas inteligentes, imágenes tiernas, videos de gatos tiernos, guaguas chistosas, y obviamente el comentario de turno, realities, novelas, series, farándula, son cosas que se pueden encontrar en estas vitrinas, y obviamente uno se quiere diferenciar de los demás.

            Me llamó mucho la atención cuando fue aquella campaña contra el maltrato infantil en donde había que poner una foto de perfil de un dibujo animado, como la gente competía entre sí, y la competencia era quién pone la foto del dibujo animado más desconocido de todos los tiempos, y ponían como pié de foto: “jajajaja, quién no creció viendo este mono croata todos los domingos antes de ver Cachureos?” como si fuera lo más normal del mundo. Todos quieren ser diferentes, parte de mostrarse en la vitrina social que es facebook es diferenciarse lo más posible de las demás personas, leer los libros más extraños, compartir las canciones más desconocidas, admirar los pintores más infrecuentes y sentirse orgulloso de ser el único de tus contactos que realmente entiende el arte abstracto de aquel artista omanés que la está rompiendo.

Que pena por el rinoceronte negro

[Este fenómeno de redes sociales puede herir algunas sensibilidades, sin embargo cabe admitir que no se está haciendo un juicio de valor, sólo se está haciendo un análisis]

           Que pena por el rinoceronte negro es un fenómeno que noté cuando se extinguió dicho rinoceronte. Millones de personas llenaron sus muros por lamentaciones por el animal que había dejado de existir de manera sustentable y se acercaba a su desaparición sin haberle puesto atención real al tema de las extinciones antes, es más, se habla de casos de gente que mientas compartían un asado y la abuela tocaba un vals en el piano con teclas de marfil posteaban enfurecidos cómo el ser humano daba fin a los animales por su trato con ellos. Lo simpático fue que pasó una semana y nunca más vi algo con referencias al rinoceronte en cuestión. Casos similares pasa cuando muere alguien conocido y los portales de noticias y novedades empiezan a mostrar escenas y muestran lo bueno que eran y la gran pérdida que fue para el mundo. Con esto no menosprecio la muerte de alguien conocido, pero tampoco hay que ser cínico y empezar a llorar al mundo entero si no está en nuestro corazón hacerlo, a cada segundo muere alguien en algún lugar, tan valioso como el anterior. Como ejemplo sirve la muerte de Michael Clarke Duncan, un actor al cual yo conozco por dos películas, The Green Mile y Daredevill, y la última fue una reverenda bazofia y por la serie The Finder. Está bien, fue un actor el cual en su papel más conocido (The Green Mile) hizo de una persona súper especial, diga de admiración, pero no creo que todos hayan seguido su carrera de tal manera que la muerte del actor les haya significado un dolor real. La muerte nos sensibiliza a todos, eso es verdad, la idea no es parecer descorazonado, pero tampoco hay que fingir que éramos los seguidores número uno para quedar bien con todo el mundo. Pasó lo mismo cuando falleció aquel actor de The Sopranos. No hay nada malo con ser sincero, pero también hay que saber venderse.

 *cesantía

#lalombrizsolitaria

1 comentario:

  1. "decir que no se hará un juicio de valor y luego hacer un juicio de valor" is too mainstream...

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