Danzando errática surges con gracia
Nadie sabe ni espera tu ‘dash’
Es aquel un refugio de la pasión, no su sola expresión.
¿Me sonríes hoy, aunque sea por un ‘tris’?
Lo sé, son tus piernas muy caprichosas. Y lo sabes, no puedo
sino cumplir caprichos del alma.
Vamos, entrégate y verás, como al danzar amas amar.
Mi alma ya no vibra,
¡palpita tus encantos!, y
mi boca tinta acaricia tus pasos.
Es tu desnudes cautivadora la que no me permite descanso.
Es el fulgor de darte el danzar, son las palabras que me
hacen no ser otra cosa.
Son las que me hacen deber tributo, conmueven el alma y dan
ritmo a los dedos de tus pies.
Parezco desfallecer cuando tus pasos se acumulan en mi
espalda
Dime, encantadora bailarina…
¿danzarás una de mis historias hoy?
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