La frustración, una amiga muy
cercana, es ese sentimiento que le da a uno cuando está intentando conseguir un
objetivo personal, como ser feliz o terminar un informe, y no lo logra o se
encuentra con un sinnúmero de obstáculos que te lo impiden. Lo natural entonces
será cuestionarnos ¿qué es lo que me impide lograr mi objetivo? Entonces
podemos encontrar dos fuentes de impotencia, las internas y las externas.
Las causas internas de la
frustración implican que es uno mismo el que se está llenando de obstáculos el
camino, y hay que aceptarlo, normalmente es porque somos muy flojos y nos
llenamos de excusas para no hacer algo. Pero también puede ser que tengamos
algún mega conflicto interno o algo así que no nos deje avanzar.
Las fuentes externas son un poco
más entretenidas porque podemos echarle la culpa a alguien más, como que son
ELLOS los que no me han dado la información para el trabajo y por eso yo no lo
puedo terminar y lloro y pateleo por su culpa. Son otros los que interfieren
con mi futuro. Pero no solo eso, mi frustración puede nacer porque son otros,
terceros que quizás no me conocen, quienes están tomando determinaciones que me
afectan, y lo que es peor, las están tomando en nombre mío, “por mi bien”, como
si alguna vez se hubieran detenido a preguntar mi parecer.
Ahora bien, lo que nos enseñan es
que debemos aprender a “manejar” la frustración, y me parece bien que uno
aprenda a respirar profundo, a canalizar en buena toda esa montonera de
sentimientos, pero me parece bien sólo en el caso de las frustraciones por
causa interna y algunas externas. Porque si hay alguien más que está tomando
las decisiones por mi, supuestamente a mi nombre, entonces no debería estar yo
sola manejando la frustración, esta otra persona debería estar haciéndose
responsable también. Si el camino que este tercero eligió para mi choca con mis
proyecciones o perspectivas de vida y esto me causa frustración, lo lógico es
que no esté uno aguantando solo.
Pero tengo un caso mejor aún,
¿qué tal si somos miles, millones los que estamos frustrados porque un grupo
pequeño de personas ha estado tomando decisiones que a la larga nos han alejado
de nuestros objetivos individuales y además colectivos?, ¿entonces qué?, ¿son
estos millones de personas los que tienen que aprender a respirar profundo,
contar hasta 10 y seguir por la vida dejando que unos pocos sigan alejándolos
del camino que proyectaban para sus vidas?. No sé al mundo, pero a mi no me
parece no más, no estoy de acuerdo en que sea la mayoría de la gente la que
tenga que manejar su frustración. De que tienen, tenemos, que hacer algo para
quitarnos la frustración de ecima, tenemos que hacer algo, pero no tiene nada
que ver con esas técnicas pasivas que le enseñan a uno donde tiene que
mentalizarse con que “escapa de tu control, no hay nada que puedas hacer,
acéptalo”, esas frasesitas mejor se las guardan, porque en este caso no aplica
(y dudo que lo hagan en algún caso).
La única forma de dejar de
sentirse frustrado por estas causas es eliminar la causa de la frustración y
para eso, primero todos tenemos que ponernos en movimiento...
#fueradeservicio
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