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lunes, 7 de octubre de 2013

¿Estamos evolucionando? Homo Erectus sacúdete en tu cripta




En términos generales podríamos definir la evolución como la supervivencia del más apto, esto quiere decir que de entre dos sujetos de la misma especie, sobrevivirá aquel que tenga alguna característica que lo haga afrontar mejor alguna situación, así la gacela más rápida se salva de ser comida por el depredador y la gacela más lente muere en las fauces del leopardo, simplifiquemos el ejemplo y diremos que la velocidad es generada, en una parte, por la musculatura de la gacela, y si tomamos la musculatura como un rasgo hereditario, las crías de la gacela serán (o tendrán la potencialidad) de ser igual o más veloz que la madre o padre gacela.


Nosotros como especie somos producto de la evolución, hemos llegado a lo que somos gracias a las muertes de los máximos exponentes de la ineptitud, y damos gracias a los cielos porque no pudieron reproducirse.


Pero, ¿estamos evolucionando? Es verdad que los procesos evolutivos llevan millones y millones de años, pero aún así es posible ver su avance, y esos son los tantos ejemplos que Darwin expone en su libro, entonces me hago esta pregunta, ¿estamos evolucionando?

Podemos decir que lo que determina qué es lo apto y qué no es el hábitat, no diremos medio ambiente porque suena un poco restrictivo, ya que la relación con las otras especies y con el medio son influyentes en lo que se toma como apto y lo que no.


A modo de respuesta a esta pregunta sólo puedo presentar algunas evidencias que me hacen dudar un poco sobre la capacidad evolutiva del ser humano y predecir cómo nos iremos volviendo cada vez más aweonaos.


El hombre ha ido modificando su entorno física y culturalmente, hace ciudades, construye empresas, modifica el planeta, crea pueblos en los márgenes de mundo y hace pequeños oasis que representan la conquista del hombre de los páramos más aislados del mundo, gracias a esto podríamos decir que el entorno en tanto clima y alimentación no puede mermar mucho en la mortalidad de aquellos que no son aptos, ya que prácticamente hay acceso a todo en todas partes, por lo tanto el que alguien se alimente, se abrigue y se guarezca no depende de una capacidad física adquirida, sino a una cuestión de orden cultura y en última instancia de índole económico, podré comer (cazar), y vivir “bien” si tengo el capital económico para hacerlo, da lo mismo si no tengo ni lanzas, ni musculatura, sólo bastará un supermercado, una billetera lo suficientemente abultada, y todo está solucionado, hemos engañado a Darwin una vez más.


La medicina es otra trampa para la pachamama, “gracias” a la medicina hemos podido alargar nuestras vidas de manera innecesaria en muchos años. Obviamente nosotros vivimos en un paradigma en donde la muerte se trata de ahuyentar lo más posible, tanto la propia como la de los demás, por lo cual cuando decimos que hay gente que vive innecesariamente nos referimos que hoy en día puede que la gente sobreviva aún cuando por efecto del medio se ha dictado sentencia de muerte. Esto obviamente es una variable que es así hace ya mucho tiempo, lo que trato de mostrar es la diferencia entre los animales que cuando se presenta una situación X mueren porque no eran lo suficientemente aptos, y los otros animales que sacan un bono y se atienden para sobrevivir.


Esto muestra (al igual que el primer ejemplo) que al final la sobrevivencia depende del acceso a, el acceso a la salud, el acceso al alimento, el acceso a la vivienda etc., al final de cuentas, podríamos decir que en el homos sapiens sapiens ha cambiado la definición de evolución y, podríamos decir que no sobrevive el más apto, sino que sobrevive el que tiene acceso: la supervivencia del que tiene más poder económico.


EL problema es que el poder económico sólo se puede entender en función de, por ejemplo, el más rico es más rico no por una cifra exacta, sino por la relación con el menos rico, por lo tanto cuando los menos ricos empiecen a perder la carrera evolutiva sólo se levantará la vara apenas un poco, y así hasta que no quede nadie.


Estamos condenados a pelear por nuestras propias garras por sobrevivir, la evolución vintage era más justa, los cambios en el hábitat de las especies era azaroso, podía venir una helada, podía venir alguna plaga etc., y moría el que tenía que morir y vivía el que tenía que vivir, ni se enteraban, en cambio ahora tenemos que pelear como salvajes el último bono para el doctor de turno.

#lalombrizsolitaria

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